https://doi.org/10.14718/revarq.2023.25.4422


Metodología para la resignificación de la memoria urbana en territorios de borde.
Krono morphosis urbana a través de la revisión de fenómenos históricos

Methodology for the re-signification of urban memory in edge territories.
Urban Krono Morphosis through the revision of historical phenomena


Jonathan Sánchez-Alzate 1
Fabián Adolfo Aguilera-Martínez 2

1 Universidad La Gran Colombia. Bogotá (Colombia).
Programa de Arquitectura.
Diseño y Gestión del Hábitat Territorial.
Arquitecto, Universidad La Gran Colombia. (Colombia).
https://scholar.google.com/citations?hl=es&user=JdC2EjYAAAAJ.
0000-0002-6421-2008.
arq.sanchezalz.jonathan@gmail.com

2 Universidad La Gran Colombia. Bogotá (Colombia),
Programa de Arquitectura. Diseño y Gestión del Hábitat Territorial.
Arquitecto, Universidad Católica de Colombia. (Colombia).
Maestro en Proyectos para el Desarrollo Urbano, IBERO. (México).
Doctor en Diseño y Estudios Urbanos, UAM. Azcapotzalco (México).
https://scholar.google.es/citations?user=eaHPfFkAAAAJ&hl=es.
0000-0002-9166-224X.
urbaguileram@gmail.com


Recibido: 12 de Diciembre de 2021
Revisado: 04 de Abril de 2022
Aprobado: 12 de Abril de 2023


Para citar este artículo / to reference this article: Sánchez-Alzate, J., & Aguilera-Martínez, F. A. (2023). Metodología para la resignificación de la memoria urbana en territorios de borde. Krono morphosis urbana a través de la revisión de fenómenos históricos. Revista de Arquitectura (Bogotá), 25(2), 123-137. https://doi.org/10.14718/RevArq.2023.25.4422


RESUMEN

El casco fundacional de Usme ha sido un territorio permeado de historia, símbolos, arquitectura y urbanismo; además, tiene un legado indígena importante para la ciudad de Bogotá, y que ha estado en la memoria colectiva de algunos de sus habitantes, pero hoy presenta problemas en términos de la pérdida de identidad, a causa de los cambios morfológicos que, poco a poco, degradan este territorio, por su condición de borde urbano-rural. Este proyecto pretende resignificar la memoria por medio de la krono morphosis urbana, concepto asociado al imaginario colectivo, a través de la revisión de fenómenos históricos, y en el que la morfología y la tipología, la accesibilidad y la apropiación territorial son constantes en el proceso de transformación. Para ello, se aborda el tema desde el método inductivo, a partir de cuatro etapas fundamentales que permiten analizar y comprender la ruptura que generan las malas decisiones sobre la planificación de un territorio, así como crear posturas y reflexiones multidisciplinares acerca del problema y sus condiciones.

Palabras clave: espacio urbano; identidad cultural; imaginarios urbanos; memoria colectiva; participación social


ABSTRACT

The foundational center of Usme has been a territory permeated by history, symbols, architecture and urban planning, in addition to having an important indigenous legacy for the city of Bogotá that has been in the collective memory of some of its inhabitants. However, today it presents problems in terms of loss of identity due to morphological changes which are gradually degrading this territory due to its condition as a rural-urban edge. This project aims to re-signify the memory using the urban Krono Morphosis, a concept associated with the collective imaginary, through the revision of historical phenomena. The concepts of morphology and typology refer to the constant accessibility and territorial appropriation in the transformation process. To this end, they are approached from the inductive method based on four fundamental stages that allow us to analyze and understand the rupture generated by bad decisions in the planning of a territory, as well as to create multidisciplinary positions and reflections about the problem and its conditions.

Keywords: collective memory; cultural identity; social participation; urban imaginaries; urban space


Introducción

La memoria urbana, como tema de complejidad, ha tenido una estrecha relación con el entorno y la gesta de cotidianidades. Por tal motivo, resulta pertinente entender la investigación desde aquellos fenómenos que inciden en la transformación del territorio desde aspectos como la morfología, la historia, lo sociocultural y la estructura espacial.

El casco fundacional de la localidad de Usme, que se muestra en la figura 1 como poblado original, fundado bajo los lineamientos de Indias, para 1650, se denominó San Pedro de Usme. En 1911 el territorio pasó a ser un municipio del departamento de Cundinamarca y una centralidad de borde importante para la ciudad como zona de expansión y crecimiento de Bogotá, y donde se destacaron el suelo rural y las actividades agropecuarias, además de las zonas de explotación minera a cielo abierto y un territorio natural y área protegida, que para las décadas de 1960 y 1970 se caracterizaron como territorios informales y precarios (Aguilera Martínez, 2019). Usme se ha convertido en un espacio diverso, rodeado de un paisaje natural, en el área suburbana de la ciudad. Este espacio es cercano al páramo del Sumapaz y lo enmarca una topografía compleja por grandes accidentes geográficos; es también un escenario regional con un importante valor natural y ambiental y un aporte significativo cultural y de significación social, como se expresa en la figura 2. Para 1954, se anexó administrativamente este municipio a la ciudad de Bogotá, por lo cual se conformó el Distrito Especial de Bogotá.

Figura 1


Localización del territorio de Usme, en Bogotá, D.C.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND.


Figura 2


Centro fundacional del pueblo de Usme.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


En efecto, dichas huellas parten de la memoria del pasado y del presente, resignificando el espacio, la esquina, la plaza y la calle, entre muchos otros elementos urbanos que transforman la traza urbana como hecho histórico, tal cual se ve en la figura 3.

Figura 3


Transformación del centro fundacional del pueblo de Usme bajo las Leyes de Indias. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Por otro lado, se debe reconocer que la migración, consecuencia del conflicto armado y el desplazamiento, impactó en la transformación de los territorios urbano-rurales, donde se accede con facilidad al suelo "barato" e informal. Para 2018, el país tuvo un acumulado de 7.816.500 desplazados, y para 2022 la cifra alcanzó las 8.219.403 víctimas de desplazamiento por eventos ocurridos desde 1985 hasta 2021. Según el informe de Tendencias globales de desplazamiento, realizado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas (ACNUR)1, hecho que refuerza el Registro Único de Víctimas (RUV)2, hay 6.832 víctimas registradas. El Boletín del Observatorio Distrital de Víctimas (2022) señala, además, que en Bogotá residen 346.447 víctimas migrantes.

En términos urbanos, la localidad de Usme se hallaba geográficamente aislada. Sin embargo, este sector servía como refugio de migrantes, hecho que se remonta aproximadamente a los años ochenta del siglo XX; la inmensa mayoría de estas personas eran familias campesinas migrantes que llegaron al municipio. Este espacio como territorio "cobija a los más desfavorecidos; el suelo que se encuentra significa la revivificación colectiva y familiar al transformarlo en su hábitat popular" (Aguilera & Sarmiento, 2019, p. 35). Este hecho fue atractivo para los urbanizadores piratas3 que lotearon las grandes haciendas del lugar, para darles paso a nuevos barrios. Sin embargo, la localidad, en su mayoría, es informal, y tal condición la dotaba de una característica importante desde el aspecto perceptual, en términos de sus colores, sus texturas y sus formas.

Ahora bien, estos antecedentes son la pauta de los actuales fenómenos y cambios morfológicos que han afectado el casco fundacional del pueblo de Usme, al transformarlo como espacio de crecimiento de la ciudad. Podemos decir que la transformación urbana más relevante sobre el suelo de Usme es relativamente reciente, y se gestó en dos momentos. El primero se inició desde finales de la década de 1930 hasta la de 1970, cuando se generó el proceso de urbanización industrial y de servicios denominados usos duros. El segundo momento fue el salto hacia la urbanización residencial, que desplegó su mayor dinámica hacia la mitad del decenio de 1970, con un mayor porcentaje de precariedad, como se muestra en la figura 4.

Figura 4


Asentamientos precarios de Usme, en el barrio Sierra Morena. 

Fuente: archivo personal (2019). CC BY-NC-ND


Figura 5


El centro fundacional del pueblo de Usme. 

Fuente: archivo personal (2018). CC BY-NC-ND


Los últimos años se han centrado en dotar de equipamientos cubriendo un porcentaje de la demanda, pero, a su vez, se consume suelo rural y aumenta la "informalidad"; la aparición de nuevos barrios demanda infraestructura de servicios, lo cual genera un modelo de ciudad fragmentada y dispersa (Aguilera Martínez, 2019, p. 83).

El territorio es parte de la ciudad icónica y relevante a través de sus edificios, la ciudad puede alcanzar grados de majestuosidad por su estética, su forma e impacto, asociado esto al imaginario social colectivo desde la manera del habitar, algo muy tradicional de la sociedad campesina de la Bogotá republicana y modernista. Sin embargo, Usme carece de memoria documentada, "no ha sido consignada por los especialistas y se presenta con frecuencia sobre relatos cargados de mitos enraizados en las tradiciones campesinas y en el imaginario de sus descendientes" (Urrea et al., 2011, p. 3).

El resultado de la carencia social, cultural y urbana, la escasez de valores tradicionales, la pérdida significativa del aprovechamiento del espacio urbano y la falta de prácticas urbanas asociadas a la explotación del suelo y la ocupación irregular nos llevan a preguntarnos: ¿De qué manera los cambios morfológicos que transformaron el casco fundacional de Usme afectaron la memoria urbana de sus habitantes? ¿Cómo lograr que la memoria sea parte de la identidad de Usme pueblo, y parte del imaginario colectivo?

Desde lo deductivo y lo subjetivo, se plantean el análisis y el diseño de una metodología que permita explorar el imaginario colectivo, los hechos relevantes de quien habita el territorio. Además, que reconstruya la memoria urbana desde las anécdotas y permita fijar la hipótesis; una caracterización tipológica y morfológica de la significación de eventos a través de una línea de tiempo; reconstruir la memoria de los habitantes, desde el relato, las manifestaciones y la experiencia vivencial de la comunidad que habita el pueblo. También, dejar una evidencia para las nuevas generaciones.

La memoria urbana, como un proceso clave para la resignificación

Cuando hablamos de memoria urbana, debemos buscar el vínculo entre los sujetos y los fenómenos, recordar hechos, ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y aquellas acciones o momentos de impacto que ocurrieron en el pasado y repercuten en el presente espacio físico y temporal. Según Auge (2000), la memoria es importante porque reconoce el espacio urbano como escenario de lugares antropológicos donde se reúnen pasado, presente y futuro; así mismo, plantea que la ciudad tiene, para cada individuo, una identidad que se consigna en tres escenarios: acciones, restricciones y prohibiciones, que se gestan de manera social y espacial sumergidos en la persistencia del tiempo, lo cual significa que se puede hablar de lugares urbanos donde se considera a la ciudad como si tuviera una vida histórica. No obstante, dicha vida histórica puede clasificarse en dimensiones, según las teorías que aborda:

La memoria "conjunto de conocimientos, valores, reglas y patrones de comportamiento, que, adquiridos mediante la interacción entre los miembros del colectivo y su entorno, son compartidos por el grupo con la finalidad de homogeneizar representaciones del pasado y mejorar el resultado de sus decisiones tomando ventajas de las regularidades producidas en el ámbito de su actividad". (Ramírez, 2005)

Maurice Halbwachs, entre tanto, plantea tres relaciones específicas sobre la memoria y el espacio urbano. La primera es la de quienes tienden a dibujar la forma del suelo, por ejemplo, a partir de apropiación del espacio por medio de elementos autóctonos, y donde, evidentemente, recrean colectivamente los hechos de sus antepasados. La segunda es el espacio social de encuentro y participación colectiva, mediante la autoconstrucción de elementos urbanos como senderos, mobiliarios, puntos de comida tradicional, que estructuran una morfología material de la ciudad. La tercera es cuando la memoria colectiva está apoyada espacialmente, por ejemplo, en la conformación interna de un barrio, las viviendas están adosadas al suelo y, por tal motivo, los habitantes no ven necesario cambiar de hábitat; "el grupo urbano no tiene la sensación de cambiar mientras el aspecto de las calles y los edificios sigue siendo idéntico y hay pocas formaciones sociales a la vez estables y más seguras de durar" (Halbwachs, 2004, p. 134); es decir, los elementos urbanos que permiten el contacto e invitan a permanecer con dicho contacto o participar de este.

Morfología urbana, aproximación al territorio de borde

La morfología de un territorio expresa físicamente la forma de lo construido, permite visualizar aquellos elementos urbanos; en este caso, la huella histórica tradicional edificada. Esto permite el análisis de determinantes urbanas tales como los usos del suelo, la mancha de edificabilidad y la imagen social, así como su modelo de desarrollo, discurso que Espinosa y Aguilera (2022) describen en el texto La interdisciplina en el estudio de la forma.

Autores como Janoschka (2002) reconocen la morfología contemporánea de las ciudades desde un ámbito económico y social, que está fragmentado debido a las transformaciones y los nuevos desarrollos en el ritmo de crecimiento urbano que, en alguna medida, "cambiaron la escala geográfica de la segregación socio-territorial, y al mismo tiempo disminuyeron las diferencias de polarización entre ciudad rica y ciudad pobre". Esto, sin duda, marca un nuevo patrón en la mancha urbana, que se convierte en el principio de organización espacial de la ciudad, y que, si bien rescata la forma tradicional del centro fundacional, se jerarquiza a partir del centro expandido, rodeado de actividades económicas, religiosas, políticas y culturales. Janoschka lo define como estructuras insulares que se superponen entre ellas sobre dicha ciudad sectorizada, y clasificándose en: islas de riqueza (barrio privado que funciona como lugar de residencia con grandes equipamientos); islas de producción (zonas industriales que son desarrolladas en términos privados, y también se refieren a unas zonas industriales existentes que producen ínsulas de grandes ejes tradicionales) e islas de precariedad (barrios informales y precarios que están situados en las periferias urbanas que carecen de desarrollos urbanos).

Sin embargo, Borsdorf (2003), desde sus distintas investigaciones, define que la morfología urbana común de la ciudad latinoamericana comprende cuatro periodos de estudio: 1) la época colonial, nombrada como ciudad compacta, y la cual tiene que ver con una plaza central que constituye el desarrollo económico y social de la vida urbana hasta 1820; 2) la fase de rápida urbanización, que va desde 1820 hasta 1920, y consiste en la influencia de inmigrantes europeos, comerciantes industriales y artesanos con estilos de arquitectura francesa, alemana e inglesa; 3) la ciudad polarizada, comprendida entre 1920 y 1970, cuando la economía se dispara junto con el desarrollo social, pero aparecen los barrios marginales en la periferia, y por último, 4) la ciudad fragmentada, de 1970 a 2021, cuando se priorizan la aceración de avenidas, el transporte y la conexión con sus zonas conurbadas. La ciudad fragmentada corresponde a un patrón de expansión "disperso" que sucede a raíz del fenómeno de crecimiento acelerado de la ciudad latinoamericana.

Se reconocen, además, las precarias y suspendidas líneas de ferrocarril (1914-1931), que solo estuvieron en funcionamiento por no más de quince años, como se muestra en la figura 6. Estos corredores "mancha de aceite" han tenido una significación para los habitantes, pues el tejido urbano crece y se extiende a partir de las vías regionales y los rieles del ferrocarril, que conectan el pueblo con la gran ciudad, a través del fenómeno de expansión urbana, así como las interacciones físicas propias de la extracción de materiales mineros a cielo abierto, la ubicación de grandes fábricas de producción de ladrillo de arcilla y las zonas agropecuarias extensivas.

Figura 6


Interpretación de patrones de expansión en ciudades latinoamericanas. 

Fuente: Tomado y modificado de Aguilera Martínez (2019, p. 166). CC BY-NC-ND


Las reflexiones anteriores permiten formar un discurso imaginado a través del concepto de krono morfosis urbana, que, desde la revisión de los fenómenos históricos y desde un campo asociado al tiempo y el espacio, presenta un valor a los hechos y al imaginario, para entender la transformación del territorio.

Significación-resignificación

Hablar de significación hace referencia directamente al ámbito social de identidad, y se presenta como ideas asociadas a imágenes mentales propias de un lugar; además, puede considerarse como "un simple efecto de la combinación de signos" (Chanady, 1999, p. 268). Es así como, para hablar de significación se debe tener en cuenta esta triada de significado referida al contenido mental y su representación; el significante, que establece la imagen, o forma concreta material del signo, y el signo, que es el objeto o fenómeno que representa un hecho o un evento de la historia en este caso.

En términos urbanos, el significado reconoce "las formas urbanas y a la representación del objeto en su arquitectura, visualización notable del usuario, quien vive en el espacio, lo entiende y se hace significante por el deseo" (Aguilera-Martínez et al., 2017, p. 79), lo cual genera unos significantes que permiten entender la historia y la lógica de su morfología, de sus códigos y de sus símbolos, que visibilizan la apropiación que tienen los habitantes.

La resignificación aparece, entonces, como contraparte del fenómeno de la insignificancia, para buscar los elementos que pueden darles nuevamente valor a los signos y los significados que están quedando en el olvido. Se trata de materializar interpretaciones distintas sobre una situación enmarcada dentro de la esfera social. Para tal proceso es necesario "analizar los actores y los ejercicios de poder involucrados, así como el contenido del contexto, lo cual es posible gracias a estrategias propias del análisis del discurso y/o el análisis conversacional" (Valencia, 2013, p. 51): por ejemplo, tomar entrevistas semiestructuradas como técnica de recolección de información, donde se involucren más contenidos y se generen elementos síntesis que muestren su nueva significación. Esto, sin duda, podría ser un acto que transforma la realidad, y que, a su vez, implica un cambio que permita su sostenibilidad en el tiempo. Un ejemplo de dichos actos es la representación social.

Es así como, tras los aportes de la memoria, la morfología y la significación, se puede comprender, de cierta manera, cómo se ha generado la forma urbana de las ciudades contemporáneas y sus dinámicas; entre ellas, la producción económica, la política del territorio -en este caso, Usme-, y hallar las relaciones entre sujetos y territorio para encontrar la manera de resignificar, como se muestra en la figura 7.

Figura 7


Síntesis del marco teórico conceptual. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Por lo tanto, entendiendo la resignificación, el estudio del territorio y el concepto de memoria urbana, el objetivo de esta investigación se orienta al diagnóstico de cada aspecto que incide en la pérdida de la identidad del sector de estudio, con el fin de buscar mecanismos para la actuación frente a la resignificación de la memoria urbana de los habitantes del casco fundacional de Usme. Lo anterior, por medio de dos acciones específicas. La primera es caracterizar el estado de la memoria urbana de los habitantes del casco fundacional, por medio de un análisis historiográfico. La segunda es interpretar las condiciones de morfología del casco fundacional y su transformación, para entender los momentos de pérdida de memoria urbana, a través de la transformación del lugar.

Metodología

Esta investigación documental se abordó desde el razonamiento deductivo, desde una figura perceptiva donde es posible "obtener conclusiones que parten de hechos particulares aceptados como válidos, para llegar a conclusiones cuya aplicación sea de carácter general" (Corellano, 2014, p. 59). Se inició desde un análisis individual de los hechos y se expuso una conclusión que puede ser o no universal, lo que derivó en la conformación o la creación de principios o fundamentos de una teoría o un tema. En efecto, el hecho perceptivo cobra relevancia debido a las afirmaciones que se gestan desde experiencias, y que, de alguna manera, son abiertas al propósito de la investigación y su justificación.

En términos urbanos, lo que también se pretende con dicho método es analizar momentos críticos que afectan la memoria en su relación con el desarrollo urbano, como lo son el plan Futuro Usme y el hallazgo arqueológico en la hacienda El Carmen, además de las diferentes afectaciones que estas tuvieron en la configuración de la memoria urbana y la relación de sus habitantes con el casco fundacional de Usme. Lo anterior, desde las etapas que se ilustran en la figura 8.

Figura 8


Síntesis del marco metodológico, por fases

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Observación y registro de los hechos

Se tomaron como base tres técnicas de recolección y clasificación de información. En primer lugar, se abordó un estudio historiográfico, en el que se compilaron elementos tales como: eventos urbanos relevantes en términos de la inserción de infraestructuras urbanas nuevas, y eventos que tuvieran una marca en la memoria y la incidencia de Usme en correlación con Bogotá y sus regiones. De manera complementaria, se hizo un tamizaje poblacional, donde se identificó a la comunidad que habita y está involucrada en un punto intermedio del análisis historiográfico y el desarrollo urbano.

En segundo lugar, se hicieron aproximadamente 50 entrevistas semiestructuradas, como se muestra en la figura 9, en las que se organizó una charla fluida para un muestreo de personas mayores de edad, y así recabar información relevante sobre tres ejes determinantes que, como método deductivo, hacen parte de su fase I: 1) la morfología y la tipología (como transformación del lugar y aspecto de una dimensión física), 2) la accesibilidad y la apropiación territorial (como parte de la memoria, los hechos sociales de interés, el lugar y la pertenencia sobre el territorio), y 3) la percepción sobre el territorio (los momentos más importantes y que marcaron hechos justificados que se mantienen en la relación tiempo-espacio. Por último, las instancias anteriores se complementaron con una cartografía social, aplicada a grupos generacionales teniendo en cuenta el libro Manual de Mapeo Colectivo4, para obtener la información gráfica o geoespacial.

Figura 9


Localización territorial aproximada de cincuenta vecinos entrevistados. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND.
Nota: se relaciona la ubicación territorial que desde el concepto de krono morphosis
ha significado parte de la construcción de la memoria urbana colectiva.

Análisis y clasificación de los hechos

Tras la revisión anterior, se determinaron, en primera instancia, cinco momentos historiográficos que, desde el concepto de krono morphosis, son la conclusión de las charlas (entrevistas con la comunidad), y que se refieren al imaginario colectivo como circunstancias de transformación del territorio. Visto ello desde el proceso de transformación de Usme, se tienen cinco momentos: 1) llegada del ferrocarril, 2) anexión Usme-Bogotá, 3) implementaciones políticas de suelos duros PIDUZOB5, 4) Usme Futuro y 5) hallazgo arqueológico. Este último, clave en el desarrollo urbano de Usme, ya que tal descubrimiento detuvo el desarrollo del plan parcial de Tres Quebradas, un instrumento de planificación y gestión que permite la expansión controlada de la ciudad hacia el borde suroriental, como se muestra en la figura 10.

Figura 10


Síntesis gráfica de los tres ejes básicos.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND.
Nota: los mencionados ejes permiten indagar parte de la memoria y su relación con los cinco momentos
que hacen parte del imaginario para la comunidad.


Estos cinco momentos, se relacionan de manera sistemática en una matriz que da cuenta de la clasificación de los hechos relevantes en el proceso de resignificación social. Además, cada momento construye hechos propios, relevantes y desde los cuales es posible interpretar el territorio y esa huella histórica que pasa desapercibida a los ojos, como se muestra en la figura 11.

Figura 11


Matriz de clasificación de hechos relevantes al proceso de resignificación. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Resultados

Dentro del proceso de recolección de información que implicó el desarrollo del proyecto exploratorio se diagnosticó lo planteado en los objetivos, junto con el apoyo de Jaime Beltrán6, miembro de la comunidad y del equipo investigador, quien se convirtió en validador de la información.

Entender el proceso de resignificación; registro de los hechos

Acceder y reconstruir los hechos que enmarcan el territorio de Usme comprende, en primer lugar, la construcción del marco historiográfico. Este registro acota cinco momentos importantes en la memoria de quienes habitan el territorio: 1) la llegada del ferrocarril a Usme; específicamente, a la estación de Requilina y del Olarte, hacia 1929. Esto generó un hecho infraestructural importante, como el impulsor de la vía principal de acceso al territorio, y funcionó como medio de transporte de carga de materiales de construcción para el desarrollo de proyectos como los embalses de Chisacá y de La Regadera. 2) La anexión de municipios a Bogotá. Sobre 1954 la capital, reconociendo su expansión, acogió a municipios como Usme, Bosa, Suba y Engativá, contemplados como zonas de periferia con grandes problemáticas de segregación y pobreza. 3) La denominada Política de Suelos Duros: dicha política, declarada en 1970, permitió la venta de lotes a urbanizadores industriales y el uso de suelo para la explotación de materia prima, lo cual derivó en el establecimiento de cementeras, ladrilleras y canteras que ayudaron a consolidar la economía del sector. 4) La Operación Usme ciudad futuro, hacia el 2000, cuando empezaron a implementarse en la ciudad de Bogotá las políticas de desarrollo urbano. Se estableció la Operación Usme Ciudad Futuro7, que determinó este

territorio como una zona de expansión urbana, y que serviría para dar vivienda y dotación a los pobladores de la región.) El hallazgo arqueológico Hacienda El Carmen, en 2007, cuando la constructora Metro Vivienda8, mientras trabajaba en excavaciones para proyectos de vivienda en la localidad, halló restos arqueológicos que fueron inicialmente reportados por la comunidad campesina. A partir de ello, se trabajó en estudios por parte de la comunidad científica nacional e internacional, que derivaron en la consolidación patrimonial y "el hallazgo más importante de Latinoamérica en ese momento" (Urrea et al., 2011, p. 15), como se muestra en la figura 12.

Figura 12


Representación del marco historiográfico con relación a la historia de Usme como pueblo y bajo una línea de tiempo. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Por otro lado, se hizo un tamizaje poblacional, en el que se identificaron cuatro perfiles autóctonos, vinculados a las cinco etapas ya mencionadas en el marco historiográfico. Se concluyó, entonces, que: 1) el campesino y el raizal, que son catalogados como la comunidad longeva, con un rango de edad de 90 años y de quienes los recuerdos son más arraigados sobre el proceso de migración y cuentan anécdotas vividas; 2) los migrantes, que son aquellos que llegan con el paso del tiempo y se asientan en el territorio. Su rango de edad oscila entre los 40 y los 60 años y tienen conocimiento suficiente sobre explotación de canteras, chircales y areneras; 3) los nuevos pobladores, cuyo nombre corresponde a las familias que arribaron al territorio entre los últimos nueve y diez años y son quienes conocen los procesos de expansión del territorio producida durante la década de 2000; su origen y causas, 4) los jóvenes, quienes no superan sus 20 años y tienen como escenario de vida un territorio que presenta problemáticas urbanas, sociales y culturales, como se muestra en la figura 13.

Figura 13


Tamizaje poblacional vs. línea de tiempo.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Como tercer registro se representan los resultados de las entrevistas semiestructuradas, que se clasificaron en dos ámbitos. El primero es el ámbito de una charla ancestral, donde se reúne el equipo investigador junto con el grupo poblacional campesino, el raizal y los migrantes; allí, dentro de sus anécdotas, se identifican conceptos trasversales a los fenómenos urbanos, tales como el reconocimiento de estaciones de tren, experiencias, puntos centrales de encuentro y sectores de movilidad, entre otros, como se muestra en la figura 14.

Figura 14


Entrevista semiestructurada ancestral. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Pregunta a don Jaime Beltrán:

¿Cómo ha cambiado Usme antiguo a Usme nuevo?:

Hay dos cambios, uno que es el cambio de la infraestructura que comienza a opacar lo que eran las casas que hacían o que hacen parte del patrimonio de Usme, las nuevas edificaciones de un estilo de muy de ciudad muy urbano y el otro es el impacto social, comienzan como a confundirse dentro de la llegada de tanta gente a Usme, y esas actividades que relacionaban mucho y tenían identidad de campo de municipio comenzaron a confundirse o a perderse dentro del desarrollo urbano. (Beltrán, 2019)

Hace parte de la memoria urbana, las representaciones y el imaginario urbano, la siguiente pregunta realizada a la población: ¿Cómo ha visto la expansión de Usme?

Para nosotros ha sido muy difícil porque yo por lo menos echo de menos de cómo era antes, porque antes esto era sólo una sola familia, digamos yo podía salir y dejar las casas abiertas, nos conocíamos acá en Usme ya sabemos que en tal parte vivía fulanita siempre, pero ahorita ya no, cantidad de gente que ha llegado acá Usme ha sido impresionante mucho. (Contreras, 2019)

Sin embargo, dentro del proceso se modificó la técnica a modo virtual, como consecuencia del confinamiento y de las restricciones por el momento de la pandemia (2020), motivo por el cual se recurre a medios de comunicación como redes sociales y llamadas telefónicas, según se muestra en la figura 15.

Figura 15


Entrevista semiestructurada mixta.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND

Por último, la información gráfica que se obtuvo en la cartografía social, con la participación de los habitantes en todos sus rangos generacionales, fue la identificación de las relaciones entre los cambios morfológicos y el casco fundacional. En ese orden de ideas, se obtuvieron los mapas de imaginario según lo expresado por la comunidad desde la percepción hacia estos cinco momentos históricos y los tres fenómenos urbanos.

Derivación inductiva y contrastación

Los patrones que inciden en la afectación de la memoria y pueden, al mismo tiempo, resignificarla, fueron identificados como se detalla a continuación, en correspondencia con los fenómenos y los momentos urbanos.

Desde la morfología y la tipología

Parte de la memoria urbana de la población longeva, se asocia a un hecho urbano relevante: "la llegada del ferrocarril a Usme". Situación que aún se mantiene en el imaginario de los habitantes; quienes recuerdan específicamente la extracción de las piezas del tren y de la estructura ferroviaria y cuyos materiales ornamentaron las viviendas y el espacio público del centro fundacional.

Otro momento como hecho urbano fue la anexión de municipios a Bogotá en 1954. Para la época resalta la construcción de la casa cural, con una arquitectura más moderna, junto con el teatro y la plaza de mercado. La conexión del municipio de Usme con Bogotá era tan deplorable, que este proceso de anexión trajo consigo el acceso a servicios públicos. Así pues, se establecen en calidad de sistemas dotacionales edificios como escuelas, el primer centro médico del pueblo y una cárcel, donde, incluso, la modernización de la Alcaldía menor involucró a la comunidad, dejando su huella en el proceso de ampliación del edificio con un toque muy republicano, movimiento característico de la época. En 1967, un temblor afectó la estructura de la torre de la iglesia, dejando unas marcadas dilataciones causa del movimiento sísmico, que hacen parte ya del imaginario colectivo de quienes habitaron ese momento, como se muestra en la figura 16. Un tercer momento corresponde al instrumento de gestión PIDUZOB, que refleja el cambio de uso del suelo generado por la llegada de las ladrilleras y canteras, lo cual marcó una pauta en la modernidad desde las técnicas de construcción de las viviendas, pues ladrilleras y canteras servían como principal fuente de abastamiento en materiales constructivos. Como lugar de referencia los materiales se compraban en las ladrilleras de don Teodoro Carrillo, materiales que sumado a la obra del sitio fomentaron la autoconstrucción, como se muestra en la figura 17. El desarrollo urbano de Usme fue promovido por donadores de terrenos para la construcción de edificios como el hospital, el colegio y el parque Usme.

Figura 16


Torre de la iglesia. Se observan las grietas en su interior. 

Fuente: archivo de la comunidad (2020). CC BY-NC-ND


Figura 17


Autoconstrucción; uso de materiales por parte de la comunidad. 

Fuente: archivo de la comunidad (2020). CC BY-NC-ND


También se reconoce el plan Usme Ciudad Futuro. Las zonas de expansión trajeron el desarrollo y la inseguridad al pueblo, lo que llevó a modificar el paisaje y dejar atrás hábitos tradicionales, como dejar abierta una puerta de la casa, por motivos de desconfianza, ya que antes los habitantes se conocían entre sí y confiaban unos en otros, al punto de identificar las localizaciones de sus viviendas y convivir en celebraciones familiares, hecho que ya no es común observar.

El contraste que se presentó con la llegada de los nuevos habitantes fue contundente, ya que vino la pérdida de la confianza y de la sociabilidad. No obstante, los lugareños también perciben como agradable la nueva edificabilidad, en términos estéticos, pero se refieren a las nuevas edificaciones como "cajas de fósforos", debido al tamaño que precisan, pues están representadas como viviendas grandes, pero sin una tipología definida ni un área mínima, que sí trajo consigo la vivienda de interés social en el plan de desarrollo, como se muestra en la figura 18. Por otra parte, los habitantes recién llegados se sintieron ajenos al territorio, y muchos ignoran su legado. Por lo tanto, las costumbres empezaron a perderse y a hacerse difusas: por ejemplo, los mercados campesinos, las fiestas que se realizaban en Usme y la identidad agrícola que distinguía al pueblo.

Figura 18


Urbanizaciones VIS, para los nuevos habitantes de los alrededores del centro fundacional. 

Fuente: archivo personal (2021). CC BY-NC-ND


Por último, la comunidad reconoce el hallazgo. Con el proceso acelerado de expansión se incurre en errores que afectan directamente a las zonas rurales de Usme, y que se inician con una expropiación de terrenos mediante la que se expulsa o se excluye al campesinado de su lugar de vivienda y de trabajo. El comienzo del siglo XX trajo

consigo el inicio de la formulación del Plan Parcial de Tres Quebradas, en la Hacienda el Carmen y en los procesos de excavación se encontraron restos arqueológicos, motivo por el cual la comunidad demandó a la constructora por la falta de pericia en el proceso de excavación. Se generaron entonces mesas de diálogo y participación ciudadana con el fin de concertar, no solo la posibilidad de declarar el sitio patrimonio de la ciudad y del país, sino además la modificación del plan (figura 19).

Figura 19


Síntesis de morfología y tipología. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


En conclusión, fueron cinco momentos que, como hechos urbanos, han marcado la transformación de Usme, no solamente como poblado original y hoy como parte de la expansión de la ciudad, sino que se ha convertido en un territorio lleno de memoria ancestral, memoria y significado para la ciudad y sus habitantes (figura 20).

Figura 20


Síntesis de cinco momentos como hechos de transformación de Usme. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Desde la accesibilidad

La accesibilidad al municipio y la asequibilidad sustenta el modo de desplazamiento de la comunidad desde y hacia Bogotá; el transporte público urbano regido por privados fue el único medio de transporte que satisfacía la necesidad. En Usme, varias personas prestaban el servicio a las seis de la mañana, al medio día y a las seis de la tarde. Estaban afiliados a las empresas de Santa Lucía y Transmarte; además, funcionaban buses intermunicipales; sin embargo, las rutas no eran frecuentes y el servicio se prestaba en horarios limitados, como se muestra en la figura 21.

Figura 21


Transporte urbano en los años sesenta.

Fuente: archivo de la comunidad. (2020). CC BY-NC-ND

En ocasiones por la escasez de rutas de transporte, los usuarios utilizaron otros medios para movilizarse hacia su destino de vivienda, como la ruta del camión recolector de leche o la buseta pesquilla; ambos, medios que acercaban a los vecinos de la zona al centro de la ciudad. Estos sistemas complementarios no oficiales funcionaron hasta que se incrementaron el número y la frecuencia de rutas de servicio público con empresas como Sotransmiur, las cuales prestaban servicio con mayor frecuencia. Pero solo hasta el siglo XXI se pudo apaciguar la demanda de transporte con la oferta general, cuando entraron en operación la ruta alimentadora de Transmilenio y las rutas del SITP9 complementarias de dicho sistema, como se muestra en la figura 22.

Figura 22


Mapeo de la síntesis de accesibilidad.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Desde la apropiación territorial

Se identificaron diversas actividades dentro del marco historiográfico: 1) para los campesinos y los raizales, las chicherías representan lugares de encuentro urbano; la chicha y el guarapo son costumbres muy comunes aún. 2) El río siempre ha estado presente en vida histórica de Usme y, desde el imaginario, lavar, la pesca, lo recreativo y el encuentro (paseo de olla) hacen parte de la convivencia. 3) La iglesia, ha sido el espacio de celebración y la calle de peregrinación (figura 23). Gracias a la devoción de muchos pobladores y como parte del imaginario colectivo ha traspasado del templo a sus hogares. Las imágenes y santos hacen parte de la ornamentación del solar. Finamente, según los relatos, otras actividades fueron comunes y hacían parte del imaginario colectivo; el teatro parroquial y La Copacabana, que era un centro de encuentro urbano, eran el sitio de conglomeración y encuentro; como se muestra en la figura 24.

Figura 23


Río Tunjuelo y procesión de la Semana Santa en Usme

Fuente: archivo de la comunidad (2020). CC BY. NC-ND

Figura 24


Mapeo síntesis de apropiación territorial.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND.
Nota: en amarillo están las sendas comunes que toda la comunidad usa
para trasladarse de la periferia del pueblo al centro fundacional.
La línea de estrellas es el corredor más importante, conocido como el corredor ancestral.


En cuanto a la contrastación de hechos, se trabajó en producir un contenido audiovisual para esta investigación y cuyo nombre se asocia al tema central de este artículo. Dicho contenido presenta los hechos más significativos asociados a los momentos históricos de Usme y aporta a la resignificación del patrimonio. Su pertinencia radica en que puede generar una herramienta de y para la comunidad, donde se exponen hechos, narrativas y vivencias desde distintos ángulos de vista. Este producto hace parte de la necesidad de comunicar la historia de un pueblo ancestral, con múltiples experiencias, que parte del recuerdo como motivación y que busca construir la memoria a partir del relato y la experiencia. Por otro lado, existe una estructura narrativa presentada en forma de escaleta para este producto audiovisual que es "el documento generado por los medios de comunicación siendo una reproducción de la emisión de un programa informativo [...] en él se reproducen cada una de las informaciones e [...] intenta describir el contenido temático del documento" (Caldera-Serrano, 2017, p. 30) y así funciona como guion en que los sucesos y las entrevistas se presentan de manera orgánica, donde parte de la comunidad narra la historia desde sus diferentes perspectivas y se consolida como el actor principal, tal cual lo muestra la figura 25.

Figura 25

Sínteis para la construcción del contenido audiovisual como
medio de divulgación del conocimiento de la historia de Usme.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND


Discusión

Este proyecto expone un proceso alternativo de resignificación de la vida y de la memoria histórica de un territorio asentado en el borde urbano de la ciudad de Bogotá, que ha sufrido importantes cambios y rupturas en su consolidación morfológica, urbana, social y cultural, debido a los continuos procesos de "expansión urbana por las normas y viven en procesos de urbanización hacia el exterior de la ciudad [...] invadiendo lugares de interés urbano y ambiental" (Toro Vasco et al., 2005, p. 57), lo que transforma el imaginario colectivo y la identidad de un casco urbano fundacional que hasta la fecha conserva ya muy poca información sobre sus propios acontecimientos históricos, su arquitectura y su tradición. Estos asentamientos de periferia guardan estrecha relación a lo largo y ancho del territorio y ciudad latinoamericana, pues "la disputa por la vivienda (que es entre otras por el territorio y el habitar) también les ha generado conflictos [...] a la naturaleza de la propiedad. Estas disputas oscilan entre la condición de la ilegalidad [...] y la apropiación del territorio" (Castañeda, 2021, p. 150). Esto, asociado a una vinculación sentimental con los sujetos que desarrollan sus actividades en el transcurso de su vida y que asocian los lugares a hechos. Así mismo, este proyecto eligió, como estrategia para diagnosticar los aspectos que inciden en la pérdida de la identidad del sector, la krono morphosis urbana, que, como método y concepto ideal para comprender un territorio complejo, recopila de alguna manera la vida histórica.

En el caso del espacio urbano, hay que reintegrar, para el afrontamiento de los cambios del presente y la construcción del futuro, todas las facetas de su pasado, revivido o reconstruido, que asegura un arraigo de las identidades en una continuidad y una perennidad social. (Gordón Peral, 2011, p. 89)

Por ello, como parte clave de la investigación, los primeros resultados arrojados en todas las etapas están relacionados con fenómenos urbanos basados en momentos históricos, de modo tal que se pudo tejer una parte de estas rupturas; pero dicho proceso fue posible gracias a la participación de la comunidad, actores que reconstruyen ese pasado, ahora narrado y descifrado de manera colectiva.

Por otro lado, comprender que la morfología de Usme es producto de fenómenos históricos que, debido a prácticas cotidianas, modifican continuamente su estructura y hacen perder la memoria de lo tradicional. La memoria se ve reflejada en los relatos expuestos, donde se confirma que cada hecho histórico repercutió en los cambios culturales y urbanos. No obstante, en este proceso, además se pudo observar que los habitantes de Usme cuentan con un estrecho sentido de apropiación. Dicho eso, la pérdida de la memoria es afectada por las transformaciones urbanas que tienen consecuencias en los habitantes del territorio y afectan sus recuerdos, su memoria urbana, el imaginario colectivo, sus hábitos, sus tradiciones y la forma de apropiarse del entorno. Autores como Alba (2010) expresan la importancia del arraigo como

[...] perspectiva futura de residencia en él que se relacionan con la experiencia de vida en éste. El arraigo no emerge del solo hecho de habitar el lugar por un largo tiempo, sino de la historia que se ha construido en él, de la perspectiva con la que se le mira y se le ha mirado. (p. 51)

Por lo anterior, en la contratación de este proyecto se decidió llegar a un recurso audiovisual que permita evidenciar los procesos participativos para la apropiación de la comunidad allí. Al final, el documental es solo el inicio de una serie de herramientas que se espera entregar a la comunidad.

Conclusiones

La historia es una red que nos permite reconocernos como seres humanos, por cuanto muestra la esencia misma del ser que habita diferentes momentos, lo cual evidencia que las pequeñas actuaciones repercuten en la historia, donde, a su vez, se convierten con el paso del tiempo en fenómenos: por ejemplo, en este caso, fenómenos urbanos. Por tanto, en esta investigación fue importante tomar la krono morphosis urbana como proceso a partir del cual se valida la hipótesis de reconocer el estudio aspectos propios del urbanismo (morfología y tipología, accesibilidad y apropiación territorial), como parte fundamental de la resignificación de la memoria urbana de Usme, que, a su vez, actuaron como elementos teóricos del urbanismo que se hicieron evidentes en realidades históricas. Esto, sin duda, precisó el campo de estudio delimitando cinco momentos constantes, que, incluso, favorecieron el proceso de validación del objetivo principal de la investigación, como en los objetivos específicos, desde la caracterización de la memoria urbana por medio del análisis historiográfico, tamizaje poblacional y la producción de contenido audiovisual como representador de lo recopilado (figura 26).

Figura 26


Síntesis general de los momentos y los hechos que, desde la memoria colectiva,
la comunidad identifica como ciudadanos y residentes del territorio.

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND

Los contenidos audiovisuales complemento de esta investigación y que se consultan como krono morphosis urbana son herramienta complementaria de los trabajos participativos en comunidades vulnerables y favorecen, incluso, la divulgación de un conocimiento escrito que actúa como divulgador de lenguajes académicos y de comunidades (figura 27).

Figura 27


Trazado actual del territorio de borde suroriental y la zona general de Usme. 

Fuente: Aguilera Martínez (2019). CC BY-NC-ND


Cada hecho urbano ha creado vínculos sobre "tiempo y espacio" en donde la comunidad recrea y reconstruye su imaginario y activa su memoria colectiva, como se muestra en la figura 26, y así vislumbra su historia urbana, a través de los hechos significativos. Demuestra que, desde la construcción de ciudad, la disciplina del urbanismo abarca más líneas de pensamiento que interactúan entre sí, pues "la preeminencia del enfoque urbano permite que el estudio descifre de manera contundente la evolución del pensamiento sobre la ciudad" (Del Castillo, 2004, p. 114) y entender que ni la ciudad ni su correcta crítica se hacen tan solo desde el urbanismo, sino también, con la inclusión de herramientas que comunican.

La transmisión de sabiduría a través de las generaciones ha sido cortada y maltratada, aunque en la actualidad existe un auge importante de organizaciones sociales que respetan y promueven el reconocimiento del territorio. Se hace necesaria una juiciosa promoción de programas e iniciativas. El reto consiste en establecer espacios de relación entre los diferentes actores del lugar, la arquitectura y el urbanismo, de modo que propicien escenarios de encuentro intergeneracionales y de transmisión de sabiduría que, permitan que los pobladores más jóvenes tengan mayor pertenencia por el lugar que habitan.

Las nuevas generaciones necesitan aprender a edades tempranas la importancia y el legado del territorio. La academia debe prestar atención a esa homogenización de pensamientos y a esa pérdida de particularidades apuntando a esfuerzos que ofrezcan cátedras educacionales que fortalezcan la memoria y, quizás, integrando al modelo educativo actual pequeños tintes de historia del urbanismo y de la arquitectura del lugar, para promover y darles valor a los lugares en los que desarrollan su vida, como se expresa en la figura 28.

Figura 28


Síntesis final del proyecto. 

Fuente: elaboración propia (2020). CC BY-NC-ND



Contribuciones y agradecimientos El presente artículo se desarrolla en el marco de la investigación Resignificación de la memoria urbana de Usme a través de los fenómenos historiográficos cuyo concepto de investigación define la "krono morphosis urbana"10. Este proyecto, como trabajo de grado en investigación, está articulado a los aspectos más significativos del proyecto de investigación Construcción de nuevos indicadores para la teoría y praxis del urbanismo contemporáneo. Se resalta el enfoque de construcción de conceptos, ideas e imaginarios en torno a la memoria urbana de zonas de borde y poblados originales; para el caso, la zona de estudio es el borde suroriental de la ciudad, en el poblado de Usme. Los autores agradecemos al programa de Arquitectura de la Universidad La Gran Colombia, Bogotá y al grupo de investigación Diseño y Gestión del Hábitat Territorial, por permitirnos articular el resultado del proyecto de grado "Krono morphosis urbana: resignificación de la memoria urbana de Usme a través de los fenómenos historiográficos"; desarrollado por el autor principal y en apoyo del director de proyecto como co-autor. Además, al Área de Arquitectura y Urbanismo Internacional de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, por la contribución y articulación con el proyecto Teoría y Praxis en el Urbanismo Contemporáneo.



Notas

1 ACNUR: Alto Comisionado de Naciones Unidas. Principal entidad

2 RUV: Registro Único de Víctimas. Es una base de datos a cargo de la Unidad Administrativa para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Unidad de Víctimas, 2019).

3 Urbanizadores piratas es la denominación para las personas que realizan urbanizaciones parcelando grandes territorios sin ofrecer una oferta de servicios públicos ni dotacionales; por lo general, no tienen en cuenta los estudios ni las normas que se deben aplicar sobre el urbanismo.

4 Manual de Mapeo Colectivo: "una práctica, una acción de reflexión en la cual el mapa es sólo una de las herramientas que facilita el abordaje y la problematización de territorios sociales, subjetivos, geográficos. Es una imagen estática a la cual se le escapa la perma nente mutabilidad y cambio al que están expuestos los territorios. [...] Son las personas que lo habitan quienes realmente crean y transforman los territorios, lo moldean desde el diario habitar, tran sitar, percibir y crear" (Kelly, 2016, pp. 5-6).

5 PIDUZOB: Programa Integrado para el Desarrollo Urbano de la Zona Oriental de Bogotá, donde se tenía como propósito encaminar la dirección del Estado por medio de la ejecución y la propuesta de obras con una carga social y económica importante.

6 Jaime Beltrán: miembro fundador de la Mesa de Patrimonio Ances tral Cultural y Ambiente de Usme, quien falleció como consecuencia del Covid-19, en el desarrollo de esta investigación.

7 Operación Usme Ciudad Futuro: aplicación articulada de instrumentos de gestión del suelo para la provisión de suelo urbanizado destinado a la vivienda de interés prioritario y vivienda de interés social.

8 Metrovivienda: empresa industrial y comercial de la Alcaldía Mayor de Bogotá que promueve la construcción y la adquisición de vivienda de interés social en la ciudad, con el propósito fundamental de garan tizar a los sectores más vulnerables y desfavorecidos una vivienda y un hábitat digno, que les brinden acceso a servicios públicos, zonas de recreación, áreas para equipamientos urbanos y, en general, espacios que promuevan el ejercicio efectivo los derechos humanos integrales (Metrovivienda, 2013).

9 SITP: Sistema Integrado de Transporte.

10 Krono morphosis urbana se refiere al proceso de resignificación de la memoria urbana de un territorio a través de la revisión de fenómenos históricos. Krono es el tiempo histórico que han vivido las personas por diferentes épocas y morphosis urbana tiene que ver con la transformación que han tenido la ciudad y el urbanismo.



Referencias

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